La muerte va por mar

Triste, muy triste ha sido la noticia del abortorio flotante que estos días nos ha visitado. Su intención era matar mas, pero pocas han sido las mujeres que han decidido subir al centro de exterminio. La muerte ha embarcado en Valencia y ha hecho alarde de su impunidad, allí estos falsos médicos han matado impunemente a niños no nacidos. La escena ha sido espantosa, realmente dantesca, ver allí como estos héroes eran ovacionados, no puede sino recordarnos el horror del nazismo. Vemos como el mal ha sido glorificado por sus tenebrosos seguidores, que además pretenden hacer creer que se trata de bien.

Quieren hacernos creer que el asesinato está justificado. El mensaje de que se debe fomentar la muerte y de que hay que ser intolerantes con aquellos que defienden la vida ha sido el eje de esta repugnante acción. En alta mar han matado niños ante la mirada de todos nosotros. Ante risas y carcajadas de mujeres que nunca han sido madres, ni saben, ni sabrán que es serlo. A la tergiversación de los medios públicos, siempre continua en estos aspectos, le han dado un nuevo giro de tuerca y le han hecho un publireportaje de mas de tres minutos en TVE 1 para así publicitar los intereses económicos del barco de la muerte. El diablo ha estado en Valencia. Cada vez veo como mejor opción para luchar contra el aborto la objeción de conciencia fiscal. Tal vez debamos decidir si queremos o no que con nuestros impuestos se financien los abortos y si queremos que desde la televisión publica solo se les de la palabra a los que pretenden aumentar el número de niños que desgraciadamente no nacerán.